Antes las tiendas de surf eran lugares mágicos, aquellos sitios llenos de trastos relacionados con el surf, objetos de nuestros deseos y normalmente atendidos por aquel surfista experto que te daba consejos y te contaba historias.
Hoy algo ha cambiado, las tiendas de surf aparecen como setas en otoño, y cada día se parecen mas a boutiques, vale hay tablas (con suerte) pero te encuentras atendiendolas a la típica niña mona que no ha hecho surf en su vida pero te dirá de 1000 amores lo divina que te queda esa camiseta con el cinturón que te llevas.
Me pregunto si tanto han cambiado las tiendas o es mi percepción de ellas, estoy seguro que sigue habiendo tiendas como las de antes, aunque cada vez menos, pero tal vez mi visión y la de la industria cada vez se distancian más, tal vez porque antes sabía menos y me creia todo lo que me decían, tal vez porque voy camino de ser un viejo gruñon..